¿PODEMOS HABLAR?
Hacer una película donde tenemos
que lograr que animales que hablan se mezclen con actores reales es un proceso
muy complicado”, nos explica Todd Garner. “Comienza por la voz de los
personajes, parecido a una película animada. Tienes sus actuaciones, sus
detalles y sus características. Una vez que consigues todo esto, puedes rodar a
los animales en acción, intentando hacer coincidir sus actuaciones lo máximo
posible con los movimientos de su voz. Obviamente los animales son
impredecibles, con lo que encontramos momentos en los que los animales hacían
cosas espontáneas y maravillosas, y fuimos capaces de adaptar la escena
alrededor de estas actuaciones espontáneas. Después de esto, le tocaba a Kevin
actuar con los animales. Una vez visto lo que los animales habían hecho, Kevin
tuvo la capacidad de adaptar su interpretación para que fuera más fluida y
orgánica. Finalmente, pusimos todo junto, le añadimos los efectos especiales y
lo fundimos por medio del proceso de montaje para que pareciera una historia
coherente”.
En resumen, Coraci dice que el
proceso para hacer Zooloco conllevó
“un montón de planificación, un montón de gente, un montón de duro trabajo, un
montón de paciencia y un montón de esfuerzo para evitar que nos comieran los
leones”.
El trabajo de hacer que los
animales hablaran recaía en el ámbito del supervisor de los efectos especiales
de Sony Pictures Imageworks, Peter G. Travers. Fue una de las primeras personas
que se involucraron en la película, y ya que el trabajo de efectos especiales
continúa toda la post producción, fue uno de los últimos en completar su
trabajo. “Cada vez que un animal tenía que decir una frase, estábamos allí,
intentando entender cómo se iba a hacer”, nos cuenta sobre el tiempo que pasó
en plató.
“Tienes que hacer que parezca
real”, dice Travers, “pero es más fácil decirlo que hacerlo. Los seres humanos,
estamos muy acostumbrados a ver hablar a la gente. También estamos
acostumbrados a ver animales. Pero, intentar hacer que un animal hable, es un
fantástico y duro reto para nosotros. ¿Cómo hacer que parezca real?”
La respuesta es gracias a la
animación por ordenador, reemplazando la mandíbula inferior de un animal y el
interior de su boca. Se empieza haciendo fotos de la boca del animal. “Situamos
la cámara lo más baja y cercana a su mandíbula inferior y hacemos tres fotos de
120 grados con objetivos de ojo de pez”, dice Travers. “Nos sirve para tener
mayor campo de información”. 
Pero Travers dice que su equipo
fue más allá. “Para cada fotograma, tuvimos que hacer como si el animal
estuviera sonriendo, hablando, parpadeando o lo que se supone que debían hacer
en cada momento”. De hecho, la principal complicación a la hora de hacer que
los animales pareciesen casi humanos, fue hacer coincidir la voz del actor de
doblaje con las tomas de cada animal. Por ejemplo, nos dice, “nosotros
reaccionamos ante algo divertido no sólo a través del diálogo, sino también a
través de los gestos y del movimiento del cuerpo. Hay un montón de momentos en
los que Kevin está muy divertido y no tiene nada de diálogo, es tan sólo su
expresión. Tuvimos que ajustar esto y eso significaba tener que juntar al actor
con el animal y hacer que el animal formara parte de la actuación humorística”.
Travers también grabó en vídeo
la voz de los actores durante las sesiones de doblaje, de esta forma, los
animadores tendrían una referencia para poder dibujar e inspirarse cuando
tuvieran que crear las expresiones animadas de los animales.
Travers y Coraci construyeron
una barra en lo alto para ellos, para diferenciarse de la manera que otros
directores tienen para mostrar a los animales hablando. “Si realmente te fijas
en estas películas, hay muchos cortes rápidos”, continúa diciendo. Generalmente,
nos explica que es porque todos los animales han sido rodados de manera
individual y esto se hace porque podría ser todo un reto conseguir la actuación
perfecta por parte de un animal”.
Para diferenciar Zooloco del resto, fue importante para
Coraci y Travers mover la cámara. Usando cámaras con control de movimiento, los
directores rodarían las escenas de diálogo de los animales de uno en uno, hasta
tener secuencias de cada uno de ellos haciendo lo que se les pedía. Aunque
puede ser frustrante intentar conseguir una toma donde un elefante deje su
huella, Coraci afirma que merece la pena. “Estaba tan contento por hacer una
película de animales con animales gigantes nunca hecha hasta entonces, que hace
que valga la pena todo el esfuerzo”, dice Coraci. “Lo hace más natural, como si
los animales interactuaran en el mundo de los humanos”. 
Travers y su equipo también
fueron responsables de crear el momento cumbre de la cinta. “Está claro, que no
podíamos tener a Kevin sobre la espalda de Bernie escalando el Puente Zakim de
Boston y aterrizando en un coche”, dice. Al final se consiguió utilizando un
croma. 
El primer paso fue planificar el
rodaje o lo que se conoce como “previsualización o pre-vis”. “Es como si fuera
una nueva generación de guiones gráficos que ayuda a determinar la información
de la cámara y la posición de los actores. Tienes que desglosar exactamente lo
que necesitas, calcularlo antes de rodar”, nos continúa contado Travers.
“Conseguimos los planos actualizados del Puente Bridge y los usamos para
construir una réplica por ordenador. Después de haber planeado la escena
exactamente tal y como la queríamos, construimos versiones de estas secciones
del puente y las modificamos para así poder dar la impresión de que el gorila
estaba escalándolo. Lleva mucho tiempo hacer que parezca real”.

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